EL EMBARGO Y EL FIN DEL JUEGO

POR: ALBERTO LUZÁRRAGA

Los grandes ajedrecistas dicen que el fin de juego es frecuentemente lo más difícil. El entorno del poder cubano sabe de sobra que el día menos pensado se les muere el banderín de enganche y por eso han lanzado una ofensiva meliflua sobre los congresistas americanos y acompañantes.

También saben que hay tres pilares del poder en todas las sociedades: la fuerza coactiva, la fuerza económica y el consentimiento de los gobernados libremente concedido. Los dos primeros son comunes a las tiranías y a los gobiernos democráticos. Los tres solamente se dan en los gobiernos democráticos. Sólo que éstos imponen límites a la fuerza coactiva y a la económica. Lo primero a través de las garantías al ciudadano y lo segundo a través de la libre empresa y las leyes antimonopolio.

Pero hay distorsiones. Se puede tener una tiranía con una fachada electoral y concentraciones de poder coactivo y económico. Mantener dos pilares y simular un tercero. Eso es lo que les gustaría a Alarcón y comparsa. Hacer un negocio en que todo cambie y nada cambie excepto la camiseta que ahora en vez de decir " I love Carl Marx" diga "I love Adam Smith" y desde luego los "amantes" son ellos asociados no con lo mejor sino con lo peor del odiado "capitalismo".

No está fácil el asunto. Ha llovido demasiado y como se dice en argot beisbolero "se les ve la bola." Ese lanzamiento no engaña a nadie es bola de jonrón. Pero la postura, profundamente egoísta demora el desenlace del juego, que es el muy serio juego de la libertad de un pueblo.

Por eso es que hablar de levantamientos incondicionales del embargo no es una postura razonable. Hay quienes lo recomiendan con segunda, pero hay quienes de buena fe piensan que para resolver problemas hay que reconciliarse y empezar por levantar el embargo como signo de reconciliación. Y no se paran a considerar que para arreglarse y reconciliarse hay que ceder mutuamente y el régimen cubano no sólo no desea ceder en nada sino que permanece en el plano absurdo de que se le deben explicaciones, e indemnizaciones. Y ello después de 43 años de abusos e incontables sufrimientos.

Ah, pero es que se me olvidaba. Eso de los sufrimientos y la ejecutoria del régimen no se puede tocar. Es "anticristiano."

Así nos decía hace días el Sr. Estefanía Aulet que nos recomienda un desembargo unilateral e incondicional. (mi énfasis) Aunque confiesa haber sido educado en el "ateísmo científico" nos recuerda que el cristiano "debe perdonar." Como un ateo científico intenta de darnos lecciones de cristianismo me permito responder.

Cuando yo estudié catecismo me enseñaron que en efecto saberse perdonado es necesario y conveniente para el alma pero que lo precede el examen de conciencia sobre nuestros actos, el arrepentimiento y el propósito de enmienda. Quiere decir reconocer que actuamos mal que lo sentimos y que no vamos a volver por las andadas. Y de eso anda bastante escaso el régimen castrista.

Y además me enseñaron también que Dios perdona, pero que también hace justicia y que los que buenos y los que fueron malos no reciben la misma recompensa, pues nos dijo Cristo "que hay muchas moradas en la casa del padre."

De modo que si se trata de ir a una catarsis nacional y entrar en serio a examinar nuestro pasado, buscar soluciones y hacer justicia con caridad y respetando al ser humano cuenten conmigo. De lo contrario, por favor no me sermoneen con mala doctrina que pretende ser cristiana y que en lo político no conduce a entrar a fondo en nuestros problemas sino a pretender que nunca existieron. Y ocultar la verdad ni es cristiano ni ayuda a nuestro pueblo.