ESPIA ERA `LA REINA DE CUBA'
Olga Connor Miami Herald.
Publicado el martes 24 de abril del 2007
En abril de
1996, uno de los datos significativos sobre la puertorriqueña Ana Belén Montes,
que presentó Reg
Brown,
analista de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa (DIA), a
Scott
W. Carmichael,
investigador de contrainteligencia de la DIA, fue el hecho de que ella
desapareciera de una reunión en el Pentágono exactamente a las 8 p.m., después
de recibir una llamada personal en su oficina. La reunión se
llevó a cabo inmediatamente después de que Cuba hubiera derribado las avionetas
de Hermanos al Rescate, donde cuatro pilotos fallecieron en alta mar el 24 de
febrero de 1996. Allí se discutía la posible reacción del gobierno
norteamericano. Montes era la experta número uno sobre inteligencia militar y
política cubanas en la DIA --y, de hecho, en toda la nación.
No se concebía, cuenta Carmichael en su libro True Believer: Inside the
Investigation and Capture of Ana Montes, Cuba's Master Spy (Naval Institute
Press, Annapolis, Maryland), que la persona de mayor rango sobre la situación
militar en Cuba no estuviera presente hasta el final de aquella reunión.
Esto hizo
sospechar a Brown, quien ya venía recogiendo información sobre ella. Pensó que
la llamada personal era su contacto cubano ansioso por saber cómo respondería
Estados Unidos al ataque. Carmichael cuenta que fue Montes quien arregló la
reunión del jubilado almirante de la Marina Eugene Carroll con altos oficiales
del gobierno americano el 23 de febrero, un día antes del derribo de las
avionetas, para trasmitirles el mensaje que él había recibido en una visita
oficial a La Habana anteriormente. El mensaje era que iban a derribarlas.
Carroll confesó luego por televisión que él les había advertido de esa
posibilidad a los funcionarios americanos el día antes, lo que tuvo como
resultado hacer creer que era el gobierno norteamericano culpable de estas
muertes, y no Cuba. La espía participó en el desarrollo de
esta acción criminal premeditada, que no sólo truncó las vidas de tres
ciudadanos norteamericanos y un residente permanente, sino que hizo detener los
vuelos de Hermanos al Rescate y atraer a la opinión mundial a favor del gobierno
de Cuba.
Sin embargo, Montes no fue detenida hasta el 2001. Carmichael cuenta el porqué en su libro, del que dio avances en Books & Books el sábado, adonde acudió una gran representación de la comunidad exiliada cubana y también los congresistas Mario y Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros Lehtinen. ¿Cuál era uno de los problemas que tenían en dudar de esta espía? Era una mujer muy inteligente, muy calificada que comenzó a trabajar en 1985 y había subido rápidamente en la estructura. 'Estábamos muy felices de haberla conseguido, tenía una ética de trabajo impecable, era autodisciplinada, producía una gran cantidad de información. La llamábamos `la Reina de Cuba' '', dijo Carmichael. ''Lo que Ana decía se hacía. Era una empleada modelo. Uno no está entrenado para investigar a gente modelo y creer que puedan ser espías''. Ella subió rápidamente en el escalafón y pasó muy bien los exámenes poligráficos, contó el autor, quien después de entrevistarla en 1996 prácticamente se olvidó de ella hasta el año 2000. En ese entonces, el FBI (Federal Bureau of Investigations) estaba buscando a una agente cubana en Washington. ''Me di cuenta de que podría ser Ana Montes, pero el FBI me rechazó como unas cinco veces en un mes'', confesó Carmichael, quien alabó el trabajo profesional de los investigadores del Buró Federal. El resto es historia que se cuenta en el libro con lujo de detalles.
Carmichael se sorprendió de que le permitieran publicar su historia, que sólo le tomó dos semanas escribir. Aseguró que ésta no es el único espía de los cubanos en Washington. Estos no sólo informan a Cuba de las decisiones a los más altos niveles, sino que desinforman a los dirigentes del gobierno de Estados Unidos. Montes era consultada en todo lo que se hacía con respecto a Cuba, ella aprobaba todos los discursos escritos acerca de las relaciones con Cuba, nada se hacía sin ella. ''Castro les teme'', dijo Carmichael hablándole al público cubano exiliado. ''Se siente compelido a colocar agentes entre ustedes''. La otra cara de la moneda es que cualquier información secreta de los altos comandos de Estados Unidos que recibe el gobierno cubano la comparte con Irán, Venezuela y otros países enemigos, explicó Carmichael. Las consecuencias pueden ser funestas para soldados americanos en combate. Por ejemplo, el caso de Gregory A. Fronius, quien murió a consecuencia de los informes dados por Montes al gobierno cubano que asesoraba a las guerrillas en El Salvador.
Lo más terrible es que esta historia de tal magnitud en los anales del espionaje jamás obtuvo la cobertura de prensa que merecía, porque la espía fue apresada 10 días después de los sucesos del 9/11 y un día antes del desarrollo de los planes de la guerra contra Afganistán (de los que ella hubiera informado a Cuba si no la hubieran apresado). La congresista Ros Lehtinen dijo que otra razón podría ser que Montes se confesó culpable y no hubo jurado, sólo la decisión del juez, que la condenó a 25 años de cárcel. Mi opinión es que la prensa nacional no tiende a colaborar con la libertad de Cuba, sino con sus enemigos. Por otra parte, el gobierno norteamericano y el Pentágono no tendrían a su favor ninguna propaganda del hecho de que por tanto tiempo siguieron las recomendaciones de una agente del gobierno cubano.
`REZANDO CON EL ENEMIGO'
Del tema de Cuba, y con un título muy apropiado también, surge la historia de
Rezando con el enemigo, la obra de Luis Santeiro que se desarrolla en el
ambiente de 1998, durante la histórica visita del papa Juan Pablo II a la isla.
El Instituto Cultural René Ariza, en su serie de Martes es teatro, presentó con
éxito la lectura del primer acto de esa obra el martes de la semana pasada, con
los actores Miriam Bermúdez, Roberto Antínoo, Yesler de la Cruz, Viviam Morales,
Isaniel Rojas y Anniamary Martínez, y a Pablo Becerra como narrador, en el
teatro Havanafama que dirige Juan Roca. Santeiro es uno de los más interesantes
dramaturgos cubanos, famoso por la serie de televisión ¿Qué pasa USA? Otras
obras de Santeiro: Nuestra señora de la tortilla, The Lady from Havana, Mixed
Blessings, El huevo del gallo, A Royal Affair, Land O'Fire y el musical Barrio
Babies.•
olconnor@bellsouth.net
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