Etapas del creyente socialista.

por Alberto Luzarraga

Sin duda no hay nada mas destructivo que el socialismo como sistema y peor aun en manos de incompetentes diplomados. Pero esto es redundante para ascender en el partido hay que suspender la operación del sentido común y en cuanto pretenda imponerse darle una bofetada con un lema partidista. Esta es solo la etapa 'heroica' del militante creyente.  Mas adelante prima el que a mi me conviene y mando en algo aunque tenga que convertirme en cotorra pero en fin me desquito haciendo que otros cotorreen. Es la segunda etapa que llamaríamos barriguismo ideológico. Conduce en el mejor de los casos a la mediocridad permanente  por anquilosamiento del cerebro.

Pero hay algunos que escapan a la mediocridad y se convierten en miembros 'estrellas' de la elite socialista para lo cual hay que tener una capacidad inigualable para adular, decir una cosa y pensar y hacer otras, mientras se enriquecen.

El socialismo latinoamericano es particularmente prolífico en esta clase de individuos porque en fin no son otra cosa que el clásico político corrupto con un disfraz ideológico porque esto no solo viste sino que también ayuda a robar. Probablemente en la Venezuela de Chávez se rompan todos los records de derroche y saqueo de la Hacienda Pública. Derroche regalando el patrimonio del pueblo venezolano a troche y moche y saqueo con la construcción de fabricas fantasmas, armamentos a precios exorbitantes, y una de las mas útiles: Diversos tipos de cambio para obtener divisas. Este sistema es un programa de ayuda al delincuente. Si quiere Ud que su producto de importación entre a una  tasa preferente lo cual le da una utilidad automática, (por ejemplo importo a 10 por uno en moneda nacional y vendo a veinte por uno).

En fin, lo que anuncia el titular es standard en estos regímenes. El desarrollo completo del desastre y su ápice está vinculado a la capacidad de derroche y robo creativo de la elite. No obstante los sufridos pueblos venezolanos y cubanos sobrevivirán esta pesadilla y eventualmente tanto farsante vividor tendrá que enfrentarse a su ejecutoria tan cínica como egoísta. En su tozudez ávida, grosera y no pensante creen ser eternos y no captan lo fugaz de su paso por esta tierra que compartimos.