PRESIDENTE DE EE.UU. PIDE AL PAPA BENEDICTO DIECISEIS EJERZA SUS BUENOS
OFICIOS PARA ENCAMINAR A CUBA HACIA LA
DEMOCRACIA.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se reunió este sábado en el
Vaticano con el papa Benedicto Dieciséis, con quien habló sobre el anhelo de
libertad del pueblo cubano. El Pontífice aludió, sin nombrar, al inaugurar hace
casi un mes en Brasil la V Conferencia del Celam, tanto a Cuba como a Venezuela,
cuando se mostró preocupado por "formas de gobierno autoritarias" en América
latina. Benedicto XVI y el presidente estadounidense hablaron de la situación en
Cuba y de cómo afrontar el período post-Fidel Castro. Horas antes del encuentro
con el Santo Padre, Bush manifestó su intención de comentar la situación de la
isla con el Pontífice: "Me encantaría poder hablar [con el Papa] de Cuba. Creo
que Cuba debería ser libre". Esta fue la primera visita de Bush al Pontífice,
pero no a la Santa Sede, donde estuvo en abril del año 2005 para asistir al
funeral del papa Juan Pablo Segundo. Después de intercambiar regalos con el
Pontífice, el Presidente estadounidense se reunió con su segundo, el cardenal
Tarcisio Bertone, y con el "canciller" vaticano, monseñor Dominique Mamberti. El
mandatario estadounidense subrayó en una entrevista con el diario italiano La
Stampa que en un momento en que en la isla caribeña tiene lugar una transición
hacia un nuevo liderazgo, el mundo debe trabajar por la libertad de Cuba. Bush
declaró al periódico que en el tope de la agenda no figuró el nombre de quién
gobierna, sino temas como elecciones y prensa libres, y la excarcelación de los
presos políticos en Cuba. Acerca de los valores que comparte con el papa
Benedicto Dieciséis, el presidente de Estados Unidos destacó el respeto común
por la vida y la dignidad humanas, y el deseo de combatir la miseria y las
enfermedades.