No, Sr. Aznar. No, Sr. Rivero
El ExPresidente de gobierno José María Aznar es un político definido por su
pragmatismo, quien en mi opinión durante su permanencia en la Moncloa, fue un
buen Presidente para España, con más aciertos que errores.
Ahora bien, en lo tocante a su postura y quehacer político respecto a mi país,
considero que el parcialismo lo ha llevado desde siempre, hasta el día de hoy, a
una línea de trabajo más llena de errores que de aciertos. Todo esto, por
supuesto, me lleva a disentir con su posicionamiento.
En un artículo anterior mencioné algunas realidades de su política con el
Castrismo. Ahora, al leer los diarios de sesiones del Congreso de los Diputados
españoles, donde se defendía ante el ataque de socialistas, comunistas y
nacionalistas por su política hacia el gobierno de los Castros, asegurando
vehementemente que la prioridad era velar por los intereses españoles en la
isla, más me reafirmo en mi crítica: ¿se olvidó el Sr. Aznar en esos momentos de
la dignidad y la lucha por la libertad de los cubanos? Es evidente que en su
discurso todos los cubanos pasamos a un segundo plano.
Pienso que, para dar un poco de legitimidad a su discurso y como
estrategia política, Aznar, al necesitar del arrope o al menos del apoyo de la
oposición al régimen en el exilio, ha seleccionado algunos “amigos” y “buenos
colegas” de origen cubano, como Carlos Alberto Montaner y Raúl Rivero, más
un opositor dentro de Cuba como Osvaldo Payá, representado en España por dos de
sus hermanos. Recuerdo, incluso, cómo han tratado de “vendernos” a todos que el
Proyecto Varela es “el elegido”, el único válido para una Cuba en transición y
democrática. Por eso siempre me he preguntado si alguno de ellos, y en especial
el padrino Aznar se ha tomado el trabajo de leer el documento. Es que no puedo
entender cómo se silencian mediáticamente otras opciones, proyectos u opiniones
con la complicidad de la mayoría de las terminales relacionadas con el PP.
El Sr. Aznar al terminar su período de mandato se refugia en la FAES: una
concentración de organizaciones del partido popular dedicadas a la vida política
y social, donde, desde la Fundación se promueven conferencias sobre Cuba
(siempre con el apoyo y participación de los amigos elegidos).Cuando en el
pasado mes de Mayo- a raíz del inicio de la Cumbre Unión Europea-América Latina
y el Caribe-, las FAES organizó un evento en Madrid, en el Círculo de Bellas
Artes, promocionado como un “Homenaje a los demócratas cubanos”, todo, en
apariencia, fue formidable, un éxito. Pero yo quiero mirar más allá de las
cámaras; el destello de los focos nos oculta, casi siempre, la verdad.
Quiero analizar y reflexionar los hechos concretos.
Primero, la financiación de estas actividades –que no suelen ser baratas, ni
estar al alcance de la mayoría de los ciudadanos-, sale de los fondos públicos
que recibe una entidad privada como las FAES; fondos públicos que costeamos
todos los que trabajamos, con los impuestos que nos quitan mensualmente de
nuestros salarios; así que, primera aclaración en buen cubano: Aznar y todos los
que participan en estos eventos, no costean de sus bolsillos ninguna de estas
actividades. Por tanto, si somos nosotros, los contribuyentes con nuestros
impuestos, lo que ayudamos a estas sociedades o fundaciones, tenemos todo el
derecho de exigir transparencia a nuestros políticos y no estar tan
dependientes, ni ser tan entusiastas y agradecidos con quienes simplemente han
elegido a determinados ponentes y dado forma a una iniciativa, que en la vida
real es bastante selectiva.
Segundo, Aznar y la cúpula del PP vuelven a practicar el elitismo, cuando tratan
de imponernos las caras opositoras del exilio español. No, Sr. Aznar, yo no me
siento representado (y hasta donde yo se tampoco han sido elegidos por los
cubanos en España) ni por Montaner, Rivero, Blanca Reyes, Carlos Payá y otras
figuras que se autoproclaman la voz del exilio. Hasta donde yo se, repito, esa
legitimidad hay que ganársela en las urnas. Nada tendría que objetar si los
actos en los que figuran estos compatriotas salieran de sus bolsillos, fueran
organizados con el dinero privado del Sr. Aznar y el resto, pero, repito, es
dinero público y yo prefiero que ese dinero se destinara a socorrer a cubanos
como Esmeraldo Torres (seis meses viviendo en la calle, en la estación de
Atocha, en Madrid); a Ernesto López, otro tanto de lo mismo; a Javier Fernández
Castillo, con dos huelgas de hambre en Galicia (reivindicando la libertad de los
presos políticos y la libertad para Cuba); Pedro Pablo Pérez, que no tiene
siquiera para comer y un largo etcétera (la mayoría de los casos conocidos por
esta élite en España). “Le zumba el mango”, diría un cubano, al saber que un
Francisco Herodes Hechemendía, después de 20 años encarcelado en Cuba, al salir
de la prisión no tenía ni una camisa decente que ponerse.
Tal vez por eso, cuando veo las noticias y leo en los periódicos que Aznar y
Raúl Rivero reivindican la dignidad y la libertad de los cubanos, me pregunto si
esos cubanos que luchan por su Patria en diferentes lugares de España, y en todo
el mundo, no tienen el mismo derecho que ellos para expresarse desde las
tribunas a las que no les dan acceso y así permanecen en el anonimato o el
olvido.
Me pregunto cuál es vuestra exigencia de firmeza contra la dictadura, cuando
usted y sus colaterales nos han tratado de imponer un reconocimiento de la mal
llamada Constitución, mediante el Proyecto Varela. Por favor Sr. Aznar, no nos
ofenda con su incoherencia; es lo que menos necesitamos los cubanos. Si en
verdad le interesa nuestra libertad practíquela con todos los cubanos, y a sus
“amigos”, ríndale después todo los homenajes que desee, pero con sus medios
privados.
Deseo profundamente que en la Nueva Cuba, el amiguismo como sinónimo de
clientelismo lo podamos erradicar, para darnos ese espacio de libertad que
merecemos... Invito a todos lo que como yo, por escasa información, cuando
llegamos al destierro, nos creemos el discurso demagógico de una casta política
que una Cuba sin igualdad, con impunidad y con el tráfico de influencias es la
versión moderna de los tiranos.
Derechos, Deberes e Igualdad de oportunidades para todos. Esa es la consigna.
Por y Para Cuba.
Eduardo Vidal Franco
Expreso político cubano
Madrid, 1 de agosto del 2010